TUCSON, Arizona – Un tribunal federal de apelaciones denegó el martes la suspensión de la ejecución de Frank Atwood, el hombre condenado por el asesinato de un niño de Tucson en 1984.
Los abogados de Atwood también han presentado mociones ante la Corte Suprema de Arizona y la Corte Suprema de los Estados Unidos. Hasta las 16:00 horas del martes no se había producido ninguna decisión en ninguno de los dos tribunales.
“La pena capital es la respuesta adecuada a quienes cometen los asesinatos más espantosos y viles, porque garantiza que la última palabra siga perteneciendo a las víctimas inocentes que ya no pueden hablar por sí mismas”, dijo el fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, en un comunicado de prensa.
En la apelación ante el Tribunal de Apelación del 9º Circuito de Estados Unidos, el equipo de Atwood alegó que el proceso de ejecución del estado infligiría un dolor innecesario. Argumentaban que el hecho de estar tumbado en la mesa de ejecución causaría a Atwood un dolor insoportable debido a una enfermedad de la columna vertebral que había desarrollado durante su estancia en prisión. El tribunal de apelación coincidió con un juez federal de Phoenix, que señaló que la mesa puede elevarse a una posición inclinada
En la presentación ante el Tribunal Supremo de EE.UU., los abogados de Atwood afirman que su delito no merece la pena de muerte en virtud de la 8ª Enmienda, debido a la falta de factores agravantes. La presentación debía ser revisada por la jueza asociada Elena Kagan.
Ante el Tribunal Supremo de Arizona, los abogados de Atwood alegan que otra persona mató a la niña.
Está previsto que Atwood sea ejecutado por inyección letal a las 10 de la mañana del miércoles por la muerte de Vicki Lynne Hoskinson
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