La organización también es respetuosa con el medio ambiente. Utilizan ropa reciclada y máquinas de coser procedentes de las donaciones que reciben.
“Nuestra elección fue tomar ropa reutilizada, máquinas de coser reutilizadas, y utilizar eso, tomar la basura y convertirla en tesoros”, dijo Doris Carlson.
La organización acoge a personas de distintos países con historias diferentes y de distintos orígenes religiosos. La pareja dice que la mayoría de sus alumnos son supervivientes de la guerra.
“Si podemos ayudar a alguien, intentamos no rechazarlo”, dijo Doris Carlson.
Para honrar la patria de los estudiantes y sus historias de supervivencia, como parte de su proyecto final, se les pide que hagan una bolsa que cuente su historia.
El momento de mayor orgullo para Doris Carlson, dice, es ver a sus alumnos utilizar las habilidades que les ha enseñado para ganarse la vida en un país que una vez fue extraño para ellos y que ahora llaman hogar.
“Ayer se convirtieron en ciudadanos, lo cual es increíble para mí”, dice Doris Carlson. “Ellos y sus hijos son ciudadanos estadounidenses”.
Kantarama Joyce, una estudiante de New Creations, ha llevado sus conocimientos de costura a su país de origen, Ruanda, y ahora los utiliza para ayudar a las personas de las comunidades desfavorecidas. Joyce, que conoció a los fundadores de New Creations Trade en 2018 mientras visitaba a su hijo para su graduación, pudo tomar clases de inglés y de costura a través de la fundación.
“Eso me inspiró y tuve el objetivo de aprender nuevas habilidades que pudieran ser útiles en casa”, dijo Joyce. “Mi principal objetivo no es crear beneficios, sino utilizar mis habilidades para ayudar a los necesitados”.
New Creations Trade pudo financiar la máquina de coser de Joyce para que pudiera seguir cosiendo en Ruanda. En la actualidad, Joyce sigue cosiendo y ayudando a las comunidades de Ruanda donando mascarillas durante la pandemia mundial de COVID-19.
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