Los vecindarios de Tucson podrían volverse más densos y poblados en el futuro después de que el Ayuntamiento de Tucson votara el martes para permitir “viviendas intermedias” en la mayoría de las áreas residenciales de la ciudad.
La enmienda de vivienda intermedia al código de construcción de la ciudad permite que se construyan dúplex, tríplex, cuádruplex, casas adosadas y conjuntos residenciales en todas las áreas residenciales de la ciudad, con la excepción de las áreas zonificadas como “residenciales rurales”.
La enmienda se ajusta a una ley de Arizona de 2024 que exige que las ciudades con poblaciones superiores a 75,000 permitan viviendas de clase media a menos de una milla de sus centros urbanos. Esta ley fijó el 1 de enero de 2026 como fecha límite para el cambio. Tras considerar dos zonas más pequeñas , Tucson optó por ir más allá del requisito estatal e implementar el cambio en toda la ciudad. Seis concejales votaron a favor de la enmienda. El concejal del Distrito 3, Kevin Dahl, se opuso, argumentando que la ciudad debería probar primero la política en una zona más pequeña.
“Estoy muy irritado de que la legislatura estatal nos esté imponiendo esto, gente que no está involucrada en la zonificación, que no supervisa los departamentos que hacen los permisos, que no están involucrados en la construcción de cosas, que ideológicamente prefieren que abordemos un problema de vivienda a través de los permisos, en lugar de hacer cosas reales como financiar viviendas públicas”, dijo.
La ley estatal de 2024 recibió apoyo bipartidista, pero tuvo un apoyo más fuerte entre los demócratas que entre los republicanos.
Las audiencias públicas sobre la enmienda de Tucson, incluyendo una en la reunión del consejo del martes, han atraído a un gran número de oradores, tanto a favor como en contra. Los propietarios de viviendas de larga data han sido más propensos a expresar sus preocupaciones sobre la política, mientras que los inquilinos y los jóvenes que buscan vivienda con frecuencia se han manifestado a favor.
Un análisis de 2023 de una investigación reciente de la Universidad de Nueva York concluyó que el aumento de la oferta de viviendas en las ciudades generalmente conduce a disminuciones modestas en los alquileres.
Un informe de 2024 encargado por la ciudad de Tucson concluyó que la ciudad necesita construir alrededor de 35.000 nuevas unidades de vivienda para 2033. Alrededor de 8.000 de esas unidades satisfarían la demanda actual insatisfecha, alrededor de 4.700 serían necesarias para aliviar la falta de vivienda y más de 22.000 para dar cabida al crecimiento futuro de la población.
En la audiencia pública del martes, Jason Huaraque de la Asociación de Vecinos del Barrio Santa Cruz dijo que la política de vivienda intermedia exigida por el estado era la herramienta equivocada para abordar la escasez de viviendas.
“Sabemos que esto afectará la crisis de vivienda, y sabemos que más casas mejoran las cosas, pero también sabemos lo que nos están negando”, dijo.
Huaraque criticó las prohibiciones de Arizona a las leyes locales de control de alquileres y cualquier regulación local que requiera que los nuevos desarrollos incluyan unidades a precios asequibles.
Mientras tanto, Brendan Lyons, de la Asociación de Constructores de Viviendas del Sur de Arizona, dijo que su grupo industrial apoyaba el plan.
“Estos tipos de vivienda ayudan a satisfacer las necesidades de las familias trabajadoras, los compradores primerizos y los residentes que desean más opciones de vivienda en Tucson”, dijo.
La ley estatal de 2024 no permite que las ciudades instituyan requisitos de propiedad de vivienda para nuevas unidades de vivienda intermedia.
La alcaldesa de Tucson, Regina Romero, coincidió con las críticas a las restricciones estatales sobre las políticas locales de vivienda. Sin embargo, afirmó que la enmienda para la vivienda intermedia brindaría más oportunidades a inquilinos y compradores en Tucson.
“Este es el momento de actuar con urgencia y actuar con rapidez”, afirmó.
