El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EEUU reveló recientemente que la falta de vivienda está en aumento en todo el país, afectando a aproximadamente 653,000 estadounidenses.
Arizona experimentó un preocupante aumento del 29% desde 2020, dejando a más de la mitad de la población sin hogar sin refugio.
Este incremento se atribuye a los crecientes costos de vivienda y la escalada de la inflación.
En respuesta a esta situación, los refugios locales están intensificando sus esfuerzos, destacando la necesidad de soluciones integrales.
Nicola Heartmann, directora ejecutiva del Centro de Mujeres Hermana José, enfatizó que las personas sin hogar son “buenas personas como nosotros, que han atravesado tiempos difíciles”.
Christopher Kim, Capitán del Ejército de Salvación, sugiere un modelo similar al implementado en Los Ángeles, donde contenedores convertidos en apartamentos ofrecen refugio.
Sin embargo, Lisa Chastain, directora ejecutiva del Centro de Oportunidades, señala que encerrar a quienes sufren de adicciones y problemas de salud mental no es la respuesta.
La ciudad de Tucson está abordando la crisis con la Iniciativa Vivienda Primero, destinando recursos para construir viviendas asequibles en los próximos años.
A pesar de estos esfuerzos, los líderes de los albergues enfatizan la necesidad urgente de servicios integrales, incluyendo apoyo a la salud mental y rehabilitación de drogas, para abordar eficazmente la complejidad de la falta de vivienda.
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