La escasez de viviendas en Arizona podría empeorar a pesar del breve alivio para los compradores.

Un nuevo informe del Common Sense Institute (CSI) indica que el mercado inmobiliario de Arizona podría estar encaminándose hacia una crisis aún mayor, incluso mientras los compradores de viviendas disfrutan de una breve caída en los precios. El análisis del segundo trimestre del centro de estudios muestra que la desaceleración en la tramitación de permisos amenaza con agravar la escasez crónica de viviendas en el estado.

En el área metropolitana de Phoenix, el precio promedio de la vivienda disminuyó un 1.0% en el primer trimestre de 2025 y ahora ha bajado casi un 7% desde su máximo de julio de 2022. Sin embargo, los expertos advierten que esta leve caída oculta problemas de asequibilidad más profundos. La vivienda promedio en Arizona sigue siendo más de un 50% más cara que en 2019, y los pagos hipotecarios mensuales se han más que duplicado durante ese período.

“Estamos observando un ligero alivio en los precios, pero los fundamentos del mercado aún apuntan a serios problemas a largo plazo”, afirmó Zachary Milne, economista sénior y analista de investigación de CSI. “Sin un aumento en la oferta de viviendas nuevas, es probable que los precios se recuperen y la asequibilidad seguirá estando fuera del alcance de muchos”.

Si bien el aumento actual del inventario de viviendas en venta está contribuyendo a enfriar ligeramente el mercado, los analistas de CSI advierten que estos efectos podrían ser pasajeros. Sin reformas locales que agilicen los permisos o reduzcan las cargas regulatorias, la oferta de vivienda seguirá rezagada respecto a la demanda, lo que mantendrá la presión sobre los precios y limitará las opciones para los potenciales compradores.

“En resumen, Arizona no está construyendo con la suficiente rapidez para mantener el ritmo”, añadió Milne. “Si eso no cambia, el problema de asequibilidad del estado solo empeorará”.

Mientras los responsables políticos y los líderes locales luchan por encontrar la manera de abordar las necesidades de vivienda de Arizona, los últimos datos subrayan un consenso creciente: la escasez estructural de viviendas del estado no desaparecerá pronto, y el alivio para los compradores puede resultar temporal.

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