Cansada de que sus hijos nunca la visitaran, una millonaria dama china decidió mejor dejar sus bienes a sus mascotas.
La octogenaria oriunda de Shanghái, veía pasar el tiempo sin recibir visita de sus retoños, incluso cuando estuvo muy enferma, por lo que decidió que sus 2.8 millones de dólares pasarían a propiedad de sus perritos.
La señora Liu, sacó entonces a sus tres hijos del testamento y optó por dejar los casi 3 millones de dólares a sus mascotas, las cuales, dijo, «son su único consuelo en la vejez».
La decepcionada abuela, dejó claro que la suma deberá «usarse para cuidar de sus mascotas y de sus crías, con una clínica veterinaria local designada como administradora de su herencia y encargada del cuidado de los animales».
Pero como las leyes chinas no permiten dejar como heredero a una mascota, la dama tendrá que nombrar a una persona como albacea.
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