El condado de Pima se enfrenta a una inminente crisis ante la finalización de los fondos federales destinados a apoyar a los inmigrantes, programada para el 31 de marzo.
Durante una reunión de la Junta de Supervisores, el presidente del Partido Republicano del Condado, Dave Smith, expresó su preocupación por el impacto que esta situación tendrá en la comunidad, señalando la falta de recursos para apoyar a los solicitantes de asilo y advirtiendo sobre la posibilidad de que terminen viviendo en las calles.
La incertidumbre sobre el destino de los inmigrantes una vez que se agoten los fondos ha generado debates sobre la colaboración entre el condado y la ciudad para proteger la salud y seguridad de todos.
Sin embargo, la supervisora de la Junta del Condado, Adelita Grijalva, reconoció la falta de soluciones claras, dejando entrever que las pequeñas comunidades podrían tener que afrontar la situación por sí mismas.
Con un gasto mensual de $4 millones de dólares en alojamiento, alimentación y transporte de inmigrantes, la sostenibilidad de estas medidas se ve comprometida sin el respaldo financiero federal.
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