Tucson celebra 250 años del Presidio San Agustín

Tucson cumplirá 250 años a finales de este mes, con una gran celebración de cumpleaños programada para el 23 de agosto.

Se conmemoran 250 años de la apertura del fuerte español Presidio San Agustín del Tucsón.

“Usted conoce la historia milenaria”, dijo Amy Hartmann-Gordon, directora ejecutiva del museo Presidio.

Hartmann-Gordon entiende que la historia de la región se remonta a mucho antes de la creación de este fuerte español.

“Probablemente la comunidad habitada más antigua de toda América del Norte”,
dijo Hartmann-Gordon.

Hay evidencia de que la gente ha vivido en el área de Tucson durante al menos 4.000 años, con asentamientos que datan del período Hohokam y anteriores.

La historia más reciente de la zona está marcada por la fecha del 20 de agosto de 1775.

“Un soldado llegó, colocó una bandera en el suelo y escribió una carta a su jefe diciendo que habíamos establecido este fuerte”, explicó Hartmann-Gordon.

Y así nació Tucson tal como lo conocemos hoy.

“Lo bueno de esto es que es anterior a la Revolución Americana”, dijo Hartmann-Gordon.

Señaló que mientras estaban planeando eventos para celebrar el 250 aniversario de Tucson, no querían perder de vista los miles de años de historia del área.

“El año 250 es importante, y lo que ocurrió en 1775 es realmente importante, y aun así sabemos que es solo una fecha en una historia más larga”, explicó Hartmann-Gordon.

Hace 250 años, los españoles construyeron el Presidio San Agustín del Tucsón en el área de lo que ahora es Church y Pennington, cruzando Alameda, hasta Main y Washington.

Permaneció activo hasta aproximadamente la época de la Compra de Gadsden en 1853.

“La gente empieza a construir edificios sobre lo que había aquí”, dijo Hartmann-Gordon. “Bueno, ya no nos importa este fuerte. Así que es casi seguro que los edificios antiguos de nuestro barrio, el barrio de Presidio, se construyeron con los ladrillos de ese fuerte original”.

No fue hasta que el Tucson Presidio Trust se unió y, con la ayuda de Río Nuevo, reconstruyeron la esquina noreste del Presidio en 2007.

“Contratamos a los arqueólogos y excavaron esto”, dijo Hartmann-Gordon. “Luego pudimos recrear un rincón”.

Hoy, una visita al Museo del Presidio San Agustín le permitirá vislumbrar cómo era la vida de los soldados y sus familias que vivían dentro del Presidio.

“Para la mayoría de estos jóvenes, esta es una gran oportunidad laboral”, explicó Hartmann-Gordon. “Es un sueldo fijo. Eso era bastante inusual”.

Muchos de los soldados se casaron con miembros de la comunidad, formando algunas de las primeras familias de la ciudad de Tucson. Nombres como Elías, Grijalva y Ochoa pueden rastrear su historia familiar hasta los soldados estacionados en el Presidio de San Agustín.

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