La influencia del crimen organizado en Sonora, en donde domina el Cártel de Sinaloa, la extensión del terreno y el gran flujo comercial entre ambos países ubican al Sector de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP) de Tucson entre los tres primeros puntos de cruce irregular desde México.
Según las estadísticas oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), durante el año fiscal 2025 (de octubre de 2024 a septiembre de 2025) Tucson sumó 41 mil 287 cruces de migrantes a través de un puerto no autorizado, superado sólo por San Diego, con 49 mil 902 detenciones, y El Paso, con 47 mil 165 migrantes encontrados.
De acuerdo con personal de USBP, al igual que en toda la frontera las cifras van a la baja, ya que del 1 de octubre a la fecha han detectado mil 770 migrantes irregulares, mientras que en el mismo lapso del año pasado sumaron 11 mil 850 detenciones.
Durante el año fiscal (AF) 2022 los agentes de USBP del Sector Tucson sumaron 251 mil 984 encuentros de migrantes irregulares, 737 mil 625 en el AF 2023, 463 mil 567 durante el AF 2024, y 41 mil 287 en el AF 2025.
Características
El Sector Tucson abarca la mayor parte del estado de Arizona, desde la frontera con Nuevo México hasta el límite del condado de Yuma, comprende un total de 262 millas fronterizas (421.64 kilómetros), las cuales son patrulladas por 3 mil 700 agentes trabajando en las nueve estaciones que lo comprenden.
Está compuesto por nueve estaciones en Why, Casa Grande, Tucson, Nogales, Willcox, Sonoita, Bisbee, Douglas y Three Points, en donde existen 229 millas de las cuales tienen algún tipo de muro, entre los que destacan barrotes de acero con 30 pies de altura, mientras que las 31 millas restantes tienen barreras naturales como montañas y cañones.
Defensa multicapas
Con el fin de evitar la migración irregular, la Patrulla Fronteriza trabaja con “defensa multicapas”. La primera son los distintos tipos de barreras físicas, la segunda es la tecnología de detección como drones y torres de vigilancia móviles o fijas, y la tercera es el desplazamiento a través de caballos, bicicletas, motos, unidades todoterreno o camionetas y los agentes.
Los agentes siguen las huellas a través del desierto para rastrear grupos de migrantes. La búsqueda de huellas se llama “corte de signos” o “corte de señales”. Seguir las huellas es rastreo, explicó un agente del Sector.
“Es muy bueno tener ojos en la mayor parte de la zona, porque así podemos ver cualquier cosa que pase”, destacó sobre la tecnología utilizada.
La última capa son los retenes de migración diseñados para restringir las rutas de salida desde el área fronteriza hasta el interior de Estados Unidos, los cuales son apoyados con agentes caninos entrenados para detectar personas y drogas a través del olfato.
“La mayoría de la gente que entra al país cruza y busca avanzar por carretera al interior del país”, por lo que los puntos de revisión son de gran importancia, destacó.
Explicó que el ciclo de custodia comienza con la detención, en la que se revisa a la persona antes de seguir con el procesamiento de campo para detectar quién es la persona y luego transportarla a un centro de procesamiento en donde se le realiza un examen médico.
Cuando se establece que está bien de salud se le realizan exámenes biométricos a través de las huellas, para luego verificar los registros y seguir su ruta de acuerdo con sus antecedentes y continuar con la expulsión o deportación.



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