El creciente movimiento del arte mural sigue dando vida a las paredes de Tucson e incluso a la Universidad de Arizona.
El nativo de Arizona y muralista Ignacio García dijo que espera acercar más el arte que se muestra en el centro de Tucson a la universidad.
“La Universidad de Arizona es una gran meca del deporte y la educación, por lo que creo que tener arte sería beneficioso”, dijo García. “Creo que esto puede ser un gran escalón para la universidad, y los beneficios son tremendos. Puede inspirar realmente a los jóvenes artistas de la universidad y hacer que contribuyan a este movimiento”.
La Mujer Empoderada” de García es el último mural del centro de Tucson, situado en la esquina de la Quinta Avenida y la calle Congress. Encargado por LoveBlock Partners, el mural pretende representar el empoderamiento femenino y a las mujeres líderes de Tucson.
“Éste ha recibido mucha atención, más de la que esperaba. Creo que se debe a la forma en que está diseñado y a que por fin pude hacer algo en lo que podía utilizar mi estilo”, dijo García, cuyo arte mural despegó a principios de la década de 2000.
El movimiento de arte mural de Tucson comenzó hace cinco años con la aprobación de la ciudad para integrar el arte en la comunidad. Según García, se trataba también de un esfuerzo por promover el arte a la vez que se evitaban los grafitis en torno a los edificios públicos.
El arte mural ganó más popularidad durante la pandemia de COVID-19 y las protestas de Black Lives Matter en el verano de 2020, proporcionando una plataforma para la conciencia social y la autoexpresión.
Con la expansión del arte mural en la comunidad, el ex alumno de la UA Karlito Miller Espinosa pintó un mural para la Escuela de Arte de la UA para representar la importancia de las artes en el campus y en la comunidad de Tucson.
Crecí en Venezuela y en Costa Rica, y todos esos lugares tienen toda una historia de muralismo que estaba ligada a la voz popular, al pueblo y a los movimientos políticos populares”, dijo Espinosa. “Creo que esa fue una de las partes más inspiradoras de los murales para mí”.
Los artistas David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y Juan O’Gorman, cuyas vibrantes obras se han expuesto en la Universidad Nacional Autónoma de México, han inspirado a Espinosa como muralista. Espera que las universidades estadounidenses puedan adoptar la misma integración de arte y arquitectura que la universidad mexicana.
“Cuando fui a Ciudad de México y al campus de la UNAM, tienen el estadio Diego Rivera y la biblioteca mural O’Gorman, y me pareció increíble que tuvieran esa integración con la arquitectura”, recuerda Espinosa. “Eso fue lo primero que pensé al hacer el mural para la Escuela de Arte [de la UA]”.
Aunque no hay clases de arte mural en la Facultad de Bellas Artes de la UA, García dijo que hay interés en incorporar clases en el plan de estudios de la escuela.
“Me estoy dando cuenta de que muchos de mis estudiantes se están interesando más, y siento que hay más oportunidades ahora que los murales se han vuelto más populares y han llevado a gente como yo por todo el mundo”, dijo García. “Si hay que dar una clase, creo que no sería sólo de pintura. Tendría que ser un híbrido con propósito y comunidad. Cuando se trata de pintar, hay una responsabilidad que tienes, no sólo como artista, sino como persona que entra en un lugar y refleja su gente y sus historias. Existe esa responsabilidad de escuchar, investigar y colaborar”.
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